Saber hablar y saber callar; no sabemos que será más fácil o más difícil, más conveniente o más meritorio.
Callar de sí mismo, es humildad; no hablar de sí, cuando uno siente el deseo de exponer los propios méritos o las propias ideas o iniciativas, es signo de verdadera humildad.
Callar los defectos ajenos, es caridad; no criticar a los demás sus actitudes, sus intenciones, sus actos; no emitir juicios comparativos; no hablar tanto de los otros, siempre con un dejo de crítica o pesimismo, es ciertamente caridad.
Callar a tiempo es prudencia; no hablar cuando nos sentimos con el impulso de la reacción, cuando nos viene e la punta de la lengua toda una serie de palabras, invectivas o denuestos, eso es prudencia.
Callar en el dolor, eso es heroísmo; no tratar de volcar en los corazones de los demás las penas propias, los dolores íntimos; hacerles partícipes no tanto de los dolores, cuanto de las alegrías, reservándonos para nosotros las penas, eso es heroísmo.
Mi Reflexión:
Hay un refrán chino dice asi: El que sabe no habla, el que habla no sabe...Es una virtud saber guardar silencio, también es una virtud saber guiar a otros con palabras. Qué palabras debemos usar? Hay que aplicar la sabiduría, la sabiduría se obtendrá de constante reflexión, constante transformación de la personalidad y el carácter, constante aceptación a las correcciones, constante aprendizaje con humildad...
No hay comentarios:
Publicar un comentario